domingo, 17 de julio de 2011

Martin Parr y la Albania de los 90

No sé qué puede sorprender más, si una exposición de fotografía de Martin Parr en Tirana o el asombro de los albaneses al ver como ha cambiado y evolucionado su tierra durante los últimos veinte años.

La Galeria Kombertare e Arteve ( Albanian National Gallery of Arts) presenta la primera exposición de Martin Parr en Albania y la primera que se muestra esas imágenes al público. Sin duda, es el mejor sitio para comenzar ya que sus habitantes son los protagonistas de las fotografías y de la transformación del país.

Martin Parr describe en su blog como fue uno de los primeros afortunados en visitar el país. Él formaba parte de un grupo que tenía previsto visitar lugares de interés arqueológico en otoño de 1989, teniendo en cuenta que por estas fechas la entrada a periodistas y fotógrafos estaba censurada y que muchos de ellos lo eran. A pesar de los inconvenientes durante su estancia, logró introducirse en los lugares frecuentados por la gente de la calle y fotografiar escenas que de otra forma hubieran quedado relegadas en la memoria de los que las vivieron.


Algunas de las fotografías podéis verlas en su blog, como estas donde Parr realmente logra introducirse es estos lugares como uno más y captar estas fotografías donde nadie parecer pensar que está siendo fotografiado.

Parece mentira que aquellas fotografías escondidas se muestren ahora de forma pública en el mismo lugar donde se prohibieron. Considero que es un buen síntoma de cómo respira y cómo ha logrado este país avanzar en las últimas décadas aunque seguramente todavía queden huellas visibles e invisibles de lo vivido.

Martin Parr nos comenta como en la inaguración de la exposición asistieron altas personalidades e incluso el primer misnistro Sali Berisha. Parr le preguntó qué es lo que sentía al mirar esas fotografías de su país durante los años noventa a lo que Berisha respondió “es como mirar a un brazo amputado”.

Una de las fotografías más populares es esta en la que se puede apreciar un chico jugando al ping pong y otros dos al ajedrez, todos metidos en el juego, en el entretenimiento que les separa momentáneamente de dónde están.




The National Gallery of Arts welcomes in its temporary exhibitions wing, from the 15th of June to 7th of August 2011, the photo exhibition of the well known British photographer Martin Parr. This is the first personal exhibition of Parr in Albania; it is also the first time that images from the series Albania 1990 show to the general public.

As the important art critic Gerry Badger has written “Martin Parr is an exemplary photographic figure at the beginning of the twenty-first century. Not quite an out-and-out modernist, not quite a postmodernist, he is a leading light, indeed a founder, of the New European Colour Photography School, yet is also a member of Magnum, photojournalism’s premier agency.” This, according to Badger, makes Parr “familiar with the contemporary treadmill of the successful photojournalist,” but at the same does not prohibit him from working in a “conceptual” way, showing in art galleries as well as purely photographic galleries.

Parr is a photographic man of great learning, “a genuinely versatile photographer, one who lives, sleeps, and breathes photography in all its manifestations, from base function to lofty art. Martin’s whole modus operandi... depends upon slipping deftly between photographic worlds, thereby instinctively addressing such issues as the role of the photographer, the status of the photographic image in our culture, and indeed the very nature of contemporary culture itself. Parr’s whole career, and more pertinently his imagery, asks questions about high and low culture, art and commercialism, the duplicity of the photographic image, and (not a whit incidentally) about the lives we live today.”

This important exhibition opening in the Albanian National Gallery is composed of three series: Albania 1990, Common Sense 1995/1998 and Small World 1989/2007. The photo-installation, Common Sense, is one of the largest Parr has ever completed in Europe, in this case using 270, slightly larger than A3 size images.

Albania 1990 
In 1990 Martin Parr travelled to Albania on the first tourist trip into the country after the fall of the Berlin wall. He says that: “this was an architectural tour and out of the 14 places, 12 turned out to be journalists.” He was able to roam freely early in the morning or when there was limited amount of time off. Although still quite recent these images depict a different world from the Albania we know now.

Common Sense 1995/1998 
In 1999 Parr produced this grid of close up images, in the brightest of colours that depict the details of the modern western world that has become so familiar. From close ups of fast food, through to woman's jewellery, it is an index of the flotsam and jetsam of the contemporary world.

Small World 1989/2007
 With his ongoing study of global tourism Martin Parr shows how the image of a famous resort is often a contradiction of the reality. With tourism as the biggest industry in the world, Parr shows us what a surreal world it has become, often drowning in people as sites become victims of their own success.

Este texto está extraído de la página de La Galeria Kombertare e Arteve de Tirana.

miércoles, 13 de julio de 2011

¿Cómo es posible mejorar la calidad de nuestras fotografías digitales?

El ruido en una fotografía se ha convertido en un elemento que forma parte de algunas de nuestras fotografías empobreciendo la calidad de las imágenes.

El ruido podría compararse con el grano de la película en fotografía analógica, sobre todo en blanco y negro. Podríamos definirlo como esas diminutas partículas de plata metálica negra que aparecen en el positivo o copia ampliada del negativo. La cantidad de ruido también hace disminuir la nitidez de la imagen de forma que no a todas las fotografías puede favorecerle y por tanto tendríamos que tenerlo en cuenta a la hora de saber que apariencia es más adecuada para nuestra fotografía. Existen películas de negativo como la infrarroja que revelada manualmente nos ofrece imágenes con una calidad de grano muy atractiva. Por otra parte la sensibilidad (ISO) de la película de negativo también influye en la cantidad de ruido que aparece en la imagen.

Ahora bien si nos trasladamos el ruido a la fotografía digital podemos reconocerlo fácilmente como unas partículas diminutas y de colores brillantes que aparecen cuando tomamos fotografías con determinadas condiciones de luz, sobre todo las realizadas con luz artificial y en exposiciones prolongadas. Como por ejemplo, la fotografía siguiente que se aprecian puntitos por toda la imagen que impiden ver una imagen totalmente nítida. En ocasiones, el ruido también en fotografía digital puede ser un efecto deseado que incluso cuenta con un filtro especial denominado ruido por si queremos añadirle o disminuirlo en nuestras fotografías.

La aplicación siguiente trataría de reducir el ruido de una fotografía hasta el punto de mejorar sorprendentemente la calidad de la imagen y en especial para aquellas tomadas en formato RAW.

El Adobe PhotoShop CS5 cuenta con un programa específico para las imágenes en este formato y que se llama Camera Raw 6.0. que cuenta con diversas utilidades antes de pasar a modificar el formato de las fotografías.

¿Cuáles son los pasos?

  1. 1. Abrir una fotografía (formato RAW) a través de la aplicación Camera RAW 6.0. y ampliarla al 100% sobre todo en aquellas zonas que contenga el ruido para poder apreciarlo correctamente.
  2. 2. Dentro de la pestaña detail o detalles dentro de las opciones que te permite la aplicación. Posteriormente te aparecerán diferentes opciones como Sharpening o Noise Reduction.
  3. 3. Dentro de las parámetros de la reducción del ruido nos interesan el de la luminancia. Hay tres : luminancia, luminancia detalle y luminancia contraste. Para conseguir una mayor reducción de ruido podemos ajustar los tres para obtener más definición.
  4. Es interesante también jugar con los diferentes parámetros de la opción que mejora la nitidez de la imagen antes de guardar nuestras fotografías en cualquier otro formato.

Os dejo este vídeo para que podáis ver los diferentes pasos aquí explicados y realizados con una fotografía cualquiera.


miércoles, 6 de julio de 2011

Las fotografías de Rimaldas Viksraitis



Este es otro de los fotógrafos que forma parte de la apuesta de Open Photo de Cuenca y del que os traigo algunas de sus imágenes para que le conozcáis un poco más de cerca.

Sus fotografías muestran la cotidianeidad de pueblos rurales como el de Valakbudis, donde nació y vivió. Después de la caída de la Unión Soviética, las poblaciones rurales han ido perdiendo el valor que antes tenían y poco a poco van desapareciendo. Si en el anterior post hablábamos de cómo Lumpan trataba de documentar y retratar las últimas trashumancias, Viksraitis captura momentos que se escapan y que al fotografiarlos narra historias que no necesitan título porque fácilmente puede uno seguir la historia.

Es el caso de esta fotografía que sin saberlo me llama la atención ese gato que juega mientras otros se divierten después de una ingesta y no sólo de comida también de alcohol. Supongo que todos disfrutan , hasta el gato que utiliza una de las botellas para entretenerse.


El alcohol, animales, cuerpos desnudos y sexo son algunas de las referencias que se repiten en sus fotografías. Según palabras de Viksraitis la gente bebe mucho “because they are lost” y no ven una salida a esa situación desesperada , de modo que beben y parecen disfrutar en su día a día.


En la inauguración, Viksraitis estaba presente con su cámara en el cuello y fue curioso como durante el catering se dedicó a fotografiar a algunas de las personas que allí estaban bebiendo. Él se aproximaba como queriendo formar parte de esa escena y conseguir finalmente que su presencia pasara inadvertida.

Esta fotografía es una de esas fotografías que Viksraitis se sitúa como protagonista de la imagen. Aparece desnudo y de espaldas a la cámara en frente de una larga hilera de botellas de alcohol vacías y que suponemos que ha colocado cuidadosamente formando una especie de carretera y construyendo la imagen final. El título de esta fotografía puede que tenga mucho que ver con toda ese gente que retrata: “The end of the road”.

Merece la pena destacar toda su trayectoria y es que Viskraitis además de ser reconocido como fotógrafo en Lituania también hay que destacar el premio recibido Arles Discovery Award for New Photography en el 2009 que le ha supuesto un reconocimiento a todo su trabajo y talento. Su discapacidad surgida tras contraer tuberculosis cuando era un niño, no ha supuesto impedimento alguno para desarrollar su trabajo como fotógrafo. Quizás ha podido despertar un sentido que le permite expresarse de forma genial a través de la fotografía.

A continuación os dejo unas palabras de Martin Parr sobre este artista del que podremos disfrutar hasta el 24 de julio en la Fundación Antonio Saura de Cuenca.


Rimaldas Viksraitis is a Lithuanian photographer who works in and around the villages where he lives, and photographs a way of life that is fast disappearing. In his world, any apparent dysfunctionality, propelled by liberal drinking of home brew, appears to be an asset because people seem to be having such a great time. He goes to parties, he sits and drinks and talks with his subjects. Their lives are not overcome by the gadgets of modern day life, which so often eradicate any meaningful communications between families. You can tell he is enjoying himself and at ease with his subjects. Viksraitis’s sitters also seem to enjoy taking off their clothes. I assume this helped by the home brew and rather warm temperatures, or perhaps they are all having frequent sex?
Against this backdrop, numerous animals seem to be part of daily life. They surreally pop up everywhere; they too seem to fit in effortlessly. They share the family’s domesticity with the greatest of ease. 
The resulting images, displayed (or published) here are slightly insane and wonderfully surreal. They are quite compelling, and if I spoke Lithuanian, I would love to join in the party. However as this will never happen, Viksraitis provides us with a ring side seat, with all the emotion, the drink and the ensuing madness.”

Rimaldas Viskraitis

"Grimaces of the Weary Village"